El título puede parecer un tópico, realmente no lo es, este ha sido un fin de semana de carreras especial, como cada fin de temporada empiezan a entrar en juego el hecho de llevarse o no llevarse títulos, así que en el raid Villa de Tamarit había que salir a darlo todo.
Nos presentamos a la salida con
un equipo de 3 personas, Joan, Ricky y yo, con los que nos iremos turnando a lo
largo de las secciones para poder hacer la carrera lo más rápida posible y
eliminar a los equipo que correrán en formato de 2 corredores con asistencia.
Este año el raid de Tamarite se presenta con un formato diferente, a parte de
la composición de los equipos, ya que será también una carrera lineal con
salida des de Benasque el sábado de madrugada y llegada a Tamarite el domingo
por la tarde. Un total de 180 kilómetros con más de 5000 metros de desnivel
acumulado donde se irán alternando las modalidades de BTT, carrera a pie, via
ferrata, caiac, escalada y patines.
Mi raid personal empieza el mismo
viernes por la mañana cuando al despertarme en casa lo hago con dolor de
garganta y mocos a tutiplén, junto con una previsión meteorológica que da
lluvia en un 70% me voy haciendo a la idea de lo que será el fin de semana,
madre mí la que me espera. Ya de noche, el viernes llegamos a Benasque donde
pasaremos la noche en un bonito apartamento y conoceremos los que serán
nuestros rivales y compañeros durante todo el fin de semana, los amigos de
siempre.
La carrera empezó a las 6:30 de la mañana del sábado bajo una intensa lluvia digna de los mejores pasajes bíblicos y una sección a pie dirección a Cerler y superando un collado a 2300 metros de altura con las primeras marcas de nieve del año. Ya de salida se divide la carrera en 2 grupos, uno cabecero en el que entramos junto con el equipo raidaventura.org, y un segundo con el resto de equipos. La sección de 26 kilómetros fue una travesía hasta Castanesa, en la que conseguimos aguantar el ritmo en cabeza de carrera, ver salir el sol y ver como el cielo se abría de nuevos contradiciendo esa predicción meteorológica que nos habían prometido.
Seguidamente debíamos montar en las bicis para una veintena de quilómetros subiendo de Castanesa al pueblo de Laspaúles, hacia el pueblecito de Alins y bajando hasta la zona del Monasterio de Obarra. En la bicicleta, donde nos sentimos mejor, decidimos subir el ritmo a media subida y conseguimos meter unos 5 minutos de diferencia a raidaventura.org que siguen aguantando cerca. A estas alturas la tercera posición era para Raidaran-Trangoworld que era el primer equipo de valientes que corrían de 2 toda la carrera, después Häglofs Raid Team, el equipo con la primera super-woman y seguidamente, los Young Ones, los que siempre tienen una sonrisa para todos y que de mayor queremos ser como ellos. Repasada queda la familia con la que compartimos el fin de semana.
En el Monasterio de Obarra, tuvimos la oportunidad de disfrutar de una magnífica via ferrata, la del mismo nombre, con pasos verticales, anclajes naturales en roca y 3 puentes metálicos a gran altura que nos hicieron sentir como águilas en las alturas. Seguíamos el pulso con lo raidaventura.org, que nos pillaban a media ferrata, nos íbamos de nuevo al final y llegábamos con un par de minutos de ventaja a la transición.
La siguiente fue la sección en la que como equipo fallamos, fallamos marcando el mapa, fallamos escogiendo el recorrido y fallamos orientando sobre el terreno. Con esta sucesión de fallos, raidaventura.org nos aventajó en 1 hora y 15 minutos, Häglofs Raid Team hacía una sección rapidísima y nos daba caza a parte de superarnos y dejarnos atrás, y lógicamente el físico y la moral se veían tocadas, pero tocaba seguir, atacar y recuperar todo el tiempo que se pudiese.
Para acabar el día, tocaba un maratón en bicicleta, acumulando un nuevo kilómetro vertical en desnivel desde Serraduy a Benabarre. Al final de la primera subida, un impresionante altiplano agricultor rodeado de “Mallos” nos regaló un perfecto atardecer, y dimos caza al equipo Häglofs, a partir de allí fue atacar, atacar y volver a atacar para ganar tiempo a la cabeza de carrera. Nos cayó la oscuridad encima, y sobre las 9 de la noche conseguimos llegar a Benabarre donde acababa la primera etapa de la carrera, a pesar de hacer la última sección de noche habíamos conseguido recuperar unos 15 minutos a la cabeza de carrera que la había podido disfrutar prácticamente de día, era una buena señal pero quedaba aún trabajo por hacer al día siguiente.
No tan temprano como el primer
día, a las 8 de la mañana se dio el pistoletazo de salida a la segunda etapa en
Benabarre, una carrera a pie de 6 kilómetros, completamente al sprint hasta
Caladrones, donde a pesar de un fallo de orientación generalizado no se
consiguió ninguna diferencia significativa. La carrera a pie enlazaba con una
BTT corta y llana, es decir, también al esprint entre Caladrones y Estopiñán,
donde ya se llegó con la carrera completamente rota siguiendo la filosofía del
día anterior, en un grupo cabecero entre nosotros y los líderes
raidaventura.org.
Ahí se enlazaba con la sección de
patines, donde también se salió al esprint hasta Camporrells y donde una
pequeña duda del equipo raidaventura.org en cómo afrontar el trozo de bajada
nos hizo ganar unos segundos al final de la sección.
Unos segundos que de nuevo se
neutralizaron al poco tiempo de empezar la siguiente sección de carrera a pie,
nos pillaron, y decidimos progresar juntos, charlando y compartiendo batallitas
como buenos amigos hasta llegar al pantano de Santa Ana, donde deberíamos
cruzarlo remando para luego dirigirnos a la sección de escalada que completamos
sin problemas.
Una rápida transición y el tiempo de espera en la escalada nos permitieron salir los primeros a la sección de BTT que nos conducía hasta meta y mantener esta distancia de unos 15 minutos que conseguíamos recortar a la cabeza de carrera, no suficientes para ganar pero si para llevarnos la segunda etapa y conseguir asegurar una segunda posición en el podio que nos proclama matemáticamente como campeones de la Copa Catalana de Raids 2015 por segundo año consecutivo.
Fue un fin de semana especial, por haber podido sentenciar el título a la primera oportunidad, pero más por haber convivido un fin de semana con los buenos amigos de los raids, fuimos una gran familia, nos ayudamos, nos reímos y nos felicitamos por ser como somos, porque nos lo merecemos, tanto los que corríamos como los que prepararon (Mercè y Joan) y ayudaron a la organización, ¿qué otro deporte puede presumir de nuestro gran ambiente?
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